Una vez finalizadas las fiestas navideñas, el FC Barcelona continuó exhibiendo signos preocupantes. La desconexión no parece haberse disipado y el equipo no logra alcanzar el nivel deseado en su desempeño durante la primera mitad de los partidos.
TIEMPO PERDIDO
Durante la primera mitad del juego en el Estadio Gran Canaria, el equipo exhibió debilidades que ya habían sido evidentes al final del año pasado. Una falta de concentración, inconsistencia defensiva y fragilidad en las transiciones son aspectos que deben corregirse para enfrentar situaciones adversas que puedan surgir en lo que resta de la temporada.
DOS REVULSIVOS
En la segunda mitad, los cambios en el equipo dieron resultados positivos. La entrada de Fermín y Joao Félix fue fundamental para mejorar el rendimiento del equipo. El portugués demostró ser un revulsivo necesario y motivado para marcar la diferencia. Por su parte, Frenkie de Jong y Gündogan también destacaron con su desempeño en el campo.
Nuevos desafíos por delante
A pesar de haber logrado mantenerse cerca de los líderes en la tabla, el rendimiento del equipo deberá mejorar significativamente para enfrentar los próximos desafíos. El partido contra Arabia y el complicado enfrentamiento en Barbastro serán pruebas importantes que determinarán la verdadera solidez del equipo. Se necesitará un esfuerzo extra para cosechar mejores resultados y sensaciones positivas en el futuro.
