En la previa del partido, la Premier League llamó «The Big One» al enfrentamiento entre Arsenal y Manchester City, pero para Mikel Arteta, este fue «The First One». Finalmente, el equipo de Arteta logró derrotar al Manchester City y situarse como colíder de la Premier League junto a sus vecinos del norte de Londres.
La jugada clave del partido pudo haber sido la no expulsión de Mateo Kovacic a la media hora de juego. A pesar de sus dos duras entradas, el centrocampista croata permaneció en el campo, casi la mitad del tiempo con tarjeta amarilla, lo que pudo haber cambiado el rumbo del partido.
El Arsenal fue capaz de anular a Julián Álvarez y secar a Erling Haaland, echando en falta la presencia de Bukayo Saka, quien estaba lesionado. Sin embargo, Gabriel Martinelli logró marcar el gol de la victoria, demostrando su capacidad para ser determinante en el equipo.
El Manchester City tuvo el control del balón en los primeros compases, con una doble ocasión clara. La presión asfixiante de los pupilos de Pep Guardiola causó problemas al equipo local, pero la expulsión perdonada a Mateo Kovacic fue un punto de inflexión en el partido.
En la segunda mitad, Gabriel Martinelli, recuperado de la lesión, fue clave para agitar los ataques del Arsenal. Finalmente, logró marcar el gol en el minuto 86, desatando la locura en el Emirates Stadium.
Los cambios realizados por ambos equipos, incluyendo el triple cambio de Pep Guardiola y el ‘hat-trick’ de sustituciones de Mikel Arteta, fueron decisivos en el desarrollo del partido.
En resumen, el Arsenal logró derrotar al vigente campeón inglés y situarse como colíder de la Premier League, demostrando su capacidad para competir en la lucha por el título. La presión asfixiante, la polémica arbitral y la determinación de los jugadores fueron elementos clave en esta emocionante victoria.
